domingo, 1 de enero de 2017

El hombre como la palma de su mano


Un hombre
con cuchillo en mano
puede, ciertamente,
cortar el pan
y repartirlo /
o cortarse
el cuello
y repartirlo,

¿qué es
lo que
realmente
duele?

Con cuchillo
en mano
ése hombre
puede
hacer el amor
con su mujer
-si la tuviera
o comprarse
un auto usado / o andar en bicicleta
y quemar su piel
contra todo el deterioro.
siempre y cuando guarde precaución
entre las calles
a fin de no matar
esas promesas
que vuelan
en el aire
cuando,
de las universidades,
salen
como ratoncitos
de madrigueras,
los estudiantes,
y se prometen
amor eterno,
amor de tarde, pero

también con el mismo filo
aquél hombre
puede
desprenderse
de sí mismo,
hacer las pases
con la suerte,
lanzar el rostro
hacia el abismo
y lavarse
toda muerte
que le cierre
el paso
para quererse
como es debido.

Un hombre
con cuchillo en mano
puede, sin embargo,
soltar aquél
milagroso artefacto,
aquél revés ensimismado,
a fin de ver caer
su sonrisa de animal herido

y así
lleno de manos,
vacío de filo,
él
abismo y muerte,
él
como un río
puede irse por la vida
buscando
qué dejar caer
de entre sus manos /
vacías de filo /
ofrecer las manos
sólo para soltar
y ser abismo,
o preguntarse
qué hacer
con un cuchillo/
escarabajo/o piedra/u otra mano/
metida entre su mano
como ratoncitos
escondidos
en su madriguera

¿qué es
lo que
realmente
duele?

¿El cuchillo
en su mano? / ¿o la invitación? /
el escarabajo? / ¿o los sueños? /
la piedra? / ¿o el camino? /
la otra mano? / ¿o la soledad? /

Y a fin de soltar
todas esas conjeturas
a las que
no podrá llegar,
el hombre
con cuchillo en mano
tiene, empero,
el corazón
en el escarabajo/
en la piedra /
en otra mano,/
e ignora
que las cosas
que corazón mano
sostienen
rara vez coinciden,
que es un cuchillo
lo que ahora tiene
a escasos centímetros
de su propio cuello.

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